En caso de que se produzcan daños por agua, que no cunda el pánico. En primer lugar, para limitar los daños, te recomendamos que intentes detectar el origen de la fuga (si es posible) y que cortes inmediatamente el suministro de agua de tu casa. 

Si el nivel del agua es alto (lo que no acostumbra a ser buena señal) corta también la electricidad para evitar riesgos mayores. Y si es posible, retira tus pertenencias de la vivienda para mantenerlas lo más secas posible.

 

Y por supuesto: informa a tu compañía de seguros .